En un mundo de 8.000 millones de habitantes, solo 5 personas te separan de cualquier otro habitante del planeta: de Obama, Rosalía o Vandana Shiva, también de una agricultora de Perú o de una trabajadora del textil de Bangladesh.
Las ONG de desarrollo demandan cumplir con los compromisos presupuestarios de las políticas vascas de cooperación como herramienta crucial en un contexto de incertidumbre e inestabilidad.
Este innovador interactivo muestra lo interconectado que está el planeta, y expone las propuestas de las ONG de desarrollo vascas para construir un mundo más justo y sostenible.
La Coordinadora de ONG de Desarrollo de Euskadi, que agrupa a 83 ONG de desarrollo vascas que trabajan en cooperación internacional, ha presentado la campaña de sensibilización 6 grados se separación: incontables razones para acercarnos.
En un mundo de 8.000 millones de habitantes, solo 5 personas te separan de cualquier otro habitante del planeta. Según la conocida teoría de los 6 grados de separación, a través de 5 personas puedes llegar a tener relación, por ejemplo, con Obama, Rosalía, el Papa o Vandana Shiva. También con una agricultora de Perú, con una trabajadora de la industria textil de Bangladesh, con una defensora de derechos humanos en Colombia o con una estudiante en Ghana.
Por ello, con esta campaña “pretendemos mostrar lo interconectado que está este mundo, en el que nuestras acciones, comportamientos y hábitos de consumo tienen consecuencias más allá de nuestro entorno. Todo está vinculado: ropa, alimentación, energía, cambio climático, salud, educación, pobreza, riqueza, desigualdades, derechos, oportunidades, migraciones…”, apunta el colectivo.
El siglo XXI avanza encadenando múltiples, complejas y entrelazadas crisis. La emergencia climática, los conflictos bélicos, la pandemia o la crisis energética causan graves daños en millones de personas en el mundo. Además, aquellas zonas que previamente enfrentaban graves problemas económicos, medioambientales, sanitarios o educativos, y que sufrían situaciones extremas están viendo empeorar sus condiciones de vida. Por ello, “queremos mostrar que las políticas públicas de cooperación de Euskadi nos conectan directamente con las realidades que viven otras personas en otros lugares lejanos, y nos permiten contribuir a la defensa de los derechos humanos en el mundo”, señalan.
Para ello, han elaborado un innovador interactivo en formato web, en el que ofrecen información para descubrir nuestro grado de separación con otras personas del mundo. Además, exponen las propuestas de las ONG de desarrollo para transformar el mundo partiendo de nuestro ámbito más cercano, y reivindican que en ese fin es imprescindible la implicación de las instituciones, de las ONG de desarrollo y de la propia ciudadanía.
Análisis de la cooperación vasca
A través de este interactivo, recuerdan el compromiso internacional de los países más desarrollados ante la ONU y el de la Ley Vasca de Cooperación, y que las instituciones vascas deben destinar a cooperación el 0,7% de su presupuesto. Sin embargo, advierten de que “las principales instituciones públicas vascas no alcanzan ese 0,7%. Unas están más o menos cerca, pero todas lo incumplen, salvo alguna excepción como el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, que algún año lo alcanza o lo supera, lo que indica que con voluntad política es posible lograr el objetivo”. En cuanto a la evolución de este porcentaje en los últimos años, “el interactivo muestra un estancamiento en Euskadi, ya que el presupuesto en términos de proporcionalidad lleva años con una tendencia a la baja”.
Además, concluyen que en las últimas décadas las instituciones vascas han sido un referente en políticas de cooperación internacional por las cantidades destinadas a ese fin y por sus planteamientos y enfoques innovadores y transformadores. Sin embargo, “en la actualidad Euskadi está aún lejos de su capacidad real para invertir en solidaridad internacional”. Muestra de ello es que en el ámbito estatal ha habido apuestas de incrementar el presupuesto de cooperación y una tendencia creciente, sobre todo en la Comunidad Valenciana y en Cataluña, mientras “Euskadi permanece en una inquietante situación de estancamiento. Además, si ampliamos la mirada a Europa, en 2020 la cantidad destinada desde Euskadi a cooperación internacional en función del producto interior bruto (0,15%) está a la cola del continente, muy lejos de la media de europea (0,50%), y lejos también del compromiso de Naciones Unidas (0,7%)”.
Finalizan recordando que las instituciones públicas deben promover leyes que impulsen la cooperación internacional para fomentar un mundo más justo y sostenible. En este sentido, el Parlamento Vasco tramita una nueva Ley Vasca de Cooperación y Solidaridad que busca abordar los desafíos globales eficazmente. Reforzará además el compromiso solidario de Euskadi con los países empobrecidos, fomentará alianzas y mejorará la coordinación y la financiación. “Las ONG de desarrollo seguiremos tendiendo la mano a las instituciones y partidos políticos para reforzar las políticas públicas que garanticen los derechos humanos, la paz, la protección del medio ambiente y la igualdad de oportunidades para todas las personas, especialmente en un momento como el actual de inestabilidad e incertidumbre”, recuerdan.