Inteligencia artificial en cooperación al desarrollo


MIRANDO AL FUTURO:
El poder transformador de la inteligencia artificial en cooperación al desarrollo

 

En las últimas décadas, hemos sido testigos de una auténtica revolución tecnológica que ha transformado la forma en que trabajamos, estudiamos y nos entretenemos. La aparición de Internet y el surgimiento de los teléfonos inteligentes han revolucionado la comunicación, el acceso a la información y, en general, cómo realizamos las actividades diarias.

En la era digital, la inteligencia artificial (IA) emerge como una herramienta revolucionaria que también cuenta con el potencial de impulsar la cooperación al desarrollo internacional y fortalecer el trabajo de las ONG.


La IA ofrece numerosas ventajas en este ámbito;

Por un lado, tiene la capacidad de recopilar y analizar grandes cantidades de datos en tiempo real, proporcionando información basada en evidencias para la toma de decisiones. Esto permite un diseño de proyectos más efectivo y la asignación óptima de recursos, maximizando el impacto de las iniciativas de desarrollo.

Además, puede ayudar a superar las barreras lingüísticas al proporcionar herramientas de traducción automática y facilitar la comunicación entre diferentes actores, fomentando la colaboración y comprensión mutuas.

Ya en terreno, la IA puede ser utilizada para proporcionar acceso a la educación y atención médica en áreas remotas o desatendidas. Por ejemplo, puede ofrecer plataformas de aprendizaje en línea, tutoriales interactivos o diagnósticos médicos automatizados, y los algoritmos de optimización pueden ayudar a determinar la mejor ubicación para instalar infraestructuras como pozos de agua o centros de atención médica.

 

Sin embargo, también debemos ser conscientes de los RIESGOS QUE CONLLEVA.

Uno de estos riesgos es el sesgo en la información. La IA se basa en datos previos para tomar decisiones y generar recomendaciones, pero estos datos pueden reflejar prejuicios y desigualdades existentes en nuestra sociedad. Si no se abordan adecuadamente, puede conducir a la perpetuación de injusticias y a una distribución desigual de los recursos.

Además, la globalización también plantea riesgos en el contexto de la IA. A medida que las tecnologías avanzan y se vuelven más accesibles, es necesario abordar las desigualdades en el acceso y la adopción de la IA, con el riesgo de aumentar la brecha digital y acentuar las disparidades existentes.

 

 

En definitiva, es fundamental no quedarse atrás y aprender y aprovechar plenamente el potencial de nuevas herramientas, como la IA, para garantizar que ninguna persona se quede atrás en la búsqueda de un futuro mejor.